
Ayumi Kasai, La Fuerza, 1993
Mientras preparábamos el programa de esta semana decidimos dedicar unos minutos a la memoria de “Sable Rouge”, estudiante de Wicca Correlliana que fue asesinado el pasado jueves 12 de febrero en el Norte de África, al parecer por sus creencias religiosas. Como muchos de vosotros, el 13 de febrero nos unimos a la oración comunitaria propuesta por el Templo de Hécate, de cuya Llama era Portador, pero consideramos importante ofrendar también un espacio en nuestro programa a su memoria y a la reflexión sobre los hechos, y compartir este texto con todos vosotros.
Sabemos que en el fondo que no es una cuestión religiosa; cada día mueren personas inocentes víctimas de esa misma violencia injustificable, una violencia que es explícita en conflictos armados, en asesinatos o a causa de maltrato y tortura físicos; pero también una violencia implícita en hambrunas y enfermedades que actualmente podrían ser erradicadas, pero se mantienen porque hay otros intereses en las agendas del poder. Cada día se comenten crímenes que nunca llegaran a los medios, o que apareciendo en ellos serán apartados de nuestras conciencias con la sensación de que se trata del problema de otro. Cada día mueren personas a causa de sus creencias, religiosas o no, y mueren personas que simplemente pasaban por allí. Cada día se cometen crímenes en nombre del Progreso, y también en nombre de la Tradición, en nombre de la Libertad e incluso de la Paz, términos que pierden su significado convertidos en instrumentos de la burocracia. Máscaras que al caer a raíz de un impacto demasiado cercano, nos dejan a solas en un escenario en el que lejos del ruido el sufrimiento y la humanidad se miran a los ojos.
A pesar de estas duras condiciones en las que se puede presentar, la vida es un regalo precioso, ninguno sabe el tiempo que le ha sido dado, pero todos podemos elegir qué hacer con él, como vivir, teniendo en cuenta que partimos sin dejar nada más que el amor que hemos dado y todo cuanto hemos podido compartir. Como muchos seguidores de otras tradiciones y otras religiones, nosotros consideramos que más allá de creencias todos los seres vivos estamos conectados y que parte de nuestro trabajo espiritual consiste precisamente en aliviar en la medida de nuestras posibilidades el sufrimiento ajeno, y ayudar a instaurar la Paz. Se trata de un camino que parte de nosotros mismos, de la resolución de nuestros propios conflictos internos, de la capacidad de aceptar nuestras contradicciones, del reflejo que vemos en otros de nuestras propias sombras y cómo reaccionamos ante ello. Se trata de un camino en el que cada paso es un avance que se justifica a sí mismo, y resulta una victoria aunque la meta quede aún lejana, cuasi inalcanzable. Nos tienen dicho que no somos nada, que nuestros esfuerzos caen en saco roto, porque el mal es demasiado grande, demasiado poderoso. Pero todos estamos conectados, y nada puede decidir por nosotros qué hacer con el tiempo de vida que nos ha sido dado.
Eris es Discordia, sí, pero la violencia nace de contemplarla con miedo, de pretender eliminarla en vez de tomar sus enseñanzas. La contradicción esencial no es tanto una pelea, como una danza. Por todo esto, desde Encrucijada Pagana, pedimos junto a aquellos que se nos quieran unir, por el alma de Sable Rouge y por cada víctima de esa violencia injustificable, que lleguen con bien a la otra orilla. Que los familiares y amigos que lloran sus pérdidas estén cobijados por el amor que nos mantiene un día detrás de otro a pesar de estos duros golpes de la vida. Pedimos también por la justicia y la paz que no caen del cielo, sino que están por construir aquí, entre todos nosotros, sobre la tierra.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...