110 – Brujería y Territorio

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Sábado, 7 de Septiembre de 2019

La brujería demanda cuestionar a cada paso, cada lección o noción aprendida acerca de lo que tanto nosotros, como el mundo que nos rodea, somos. Empezamos cuestionando qué significa ser humano, cuáles son nuestras posibilidades reales, y a medida que tiramos del hilo vamos descubriendo una realidad oculta, refugiada tal vez, bajo la apariencia de lo más cotidiano. Tarde o temprano en esta búsqueda reencontramos la noción del Territorio.

En el programa de hoy hablamos de brujería tradicional y su relación con el Territorio, os contamos de dónde surgió la iniciativa TERRA, cómo está planeada, y cómo podéis inscribiros. Por último, relatamos un cuento iroqués: «El viejo al que atacaban todas las enfermedades».

¡Esperamos que os guste!

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TERRA : Una oportunidad de re-conexión con el Territorio

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Acabo de pasar uno de los cumpleaños más tristes de mi vida. Sola en casa, haciendo limpieza, tratando de recuperarme de una serie reciente de sismos existenciales, mi feed se llena de noticias acerca de los incendios en el Amazonas.

La alarma ha tardado en llegar a los medios, y mientras se derrumban los árboles, los animales tratan sin éxito de huir de las llamas y las comunidades indígenas asisten a la destrucción del territorio en el que enraízan sus vidas, desde el resto del mundo se alzan las voces por lo que está sucediendo en el “pulmón del planeta”.

Entiendo que se quiera subrayar la importancia del caso apelando al más puro etnocentrismo occidental. Sin embargo, teniendo en cuenta la manera en la que muchos tratamos nuestros pulmones – o a cualquier otra parte de nuestros cuerpos-, dudo que surta algún efecto duradero.

Se apunta a culpables, se identifica a los monstruos: La culpa siempre es de “otros” (si podemos pintarlos del color político del adversario, tanto mejor). No falta, tampoco, la mortificación: El ser humano es una basura que haría bien en extinguirse, en desaparecer de la faz de la tierra… Al fin y al cabo, es más cómodo desaparecer que trabajar por alguna forma de reparación del daño cargando con el peso de que ésta no pueda ser completa.

Aparecen los reproches y discusiones acerca de cuál de las causas anotadas en nuestra agenda común resulta más urgente o legítima: Que como no es Nôtre Dame no remueve conciencias, que nadie habla de los incendios en Siberia, que no está bien mirar tan lejos cuando aquí al lado tenemos bastantes problemas o, al contrario, que los problemas de aquí al lado no son nada comparados con lo que pasa allí.

Lo cierto es que hay trabajo para todos. Todo gesto útil debería ser bienvenido.

Aquí y allá florecen plegarias y propuestas de acción mágica comunitaria. Sin despreciar ni una sola de las buenas intenciones, resulta inevitable preguntarse qué fuerza va a apoyar esas acciones mágicas, qué poder en ellas puede compararse al de aquellos que respiran y laten con las selvas, forzosamente desterrados, quienes, además de apelar al mundo invisible, se están dejando literalmente la piel sobre el terreno.

En el fondo, corremos el peligro de que la intención de fondo de esas plegarias no sea otra que la de tratar de acallar a los demonios que asaltan nuestras conciencias en un momento puntual.

¿Dónde está nuestro (auténtico) poder para transformar la realidad? ¿Cuándo fue la última vez que nuestra magia dió un resultado contundente?

La noticia  de los incendios se convierte en tendencia, se abre camino como un caudal desbordado al que se suman los ríos de aquellos avisos y recordatorios acerca del estado de las cosas que hacemos todo lo posible por ignorar en nuestro día a día.

Cuando algo nos recuerda que el tiempo se nos acaba y nuestros mecanismos de defensa no consiguen ignorar el llamado, se despliega en nosotros un amplio surtido de emociones: rabia, culpa, miedo, impotencia, desesperación. Estas emociones, que deberían movilizarnos a la acción, nos superan, acaban proyectadas contra «el mundo» o «los otros», o nos ahogan en un mar de auto derrota que normalmente cubrimos con una densa capa de autocomplacencia.

Esta manipulación del caos emocional no deja de ser una forma de control y alienación por parte de un sistema que se alimenta de esto para seguir arrasando a sus anchas.

Queremos (necesitamos) hacer algo, pero no sabemos cómo, un Monstruo araña nuestras entrañas, nos agotamos, lo emborrachamos, le damos sedantes, hasta que conseguimos devolverlo al sótano del que ha escapado. Sus pasos nerviosos, el rascar de sus zarpas en el suelo de la prisión a la que lo hemos confinado, seguirán cuestionándonos desde las sombras.

Invertimos mucha energía en mantener al Monstruo encerrado.
Y, tal vez, ese no sea su lugar.

No entendemos lo que está pasando en realidad, ni nuestro papel en el escenario. Una parte de nosotros se ciega de manera refleja ante el dolor de la conciencia. Hemos perdido la referencia de lo que significa ser humanos y habitar un territorio que está tan vivo como nosotros.

Cuando extendemos nuestros vínculos a la tierra que nos sostiene, al aire que respiramos, al resto de seres que laten en un lugar concreto, el Territorio responde. Formamos parte de una realidad que va más allá de los límites de nuestra piel y, al mismo tiempo, es capaz de permearla y afectarnos.

A medida que tomamos conciencia de los vínculos que nos unen al entorno, empezamos a identificar los intercambios que se producen en esta relación, y del mismo modo que la afinidad puede hacer que dos personas ajusten el ritmo de sus pasos, de sus respiraciones, o del latido de sus corazones para sincronizarse, el Territorio nos acompaña.

Mientras el vínculo con el Territorio permanezca olvidado, nos perseguirá la insidiosa y criminal idea de que nada de lo que intentemos será suficiente. Al fin y al cabo, ya estamos bastante convencidos de no ser lo suficiente en otras áreas de la vida.

Hay otras maneras de hacer las cosas.

He dedicado toda mi vida al estudio y la práctica mágica, pero nada en este recorrido puede compararse a lo que supuso la reconexión con el Territorio y el trabajo con la Sombra. Literalmente, me llevaron a reconfigurar mi visión de la realidad y, de paso, a obtener resultados bastante maravillosos en la práctica mágica, que perduran en mi cotidianidad.

Con el objetivo de iniciar el rescate de los vínculos perdidos, orientar nuestra intención y cargar de poder nuestra palabra a través de un intenso trabajo con la Sombra, he decidido ofrecer TERRA, un entrenamiento de tres meses en trabajo con el Territorio.

Tomaremos como base la brujería tradicional, pero va a ser lo suficientemente abierto para que pueda acercarse un practicante de cualquier corriente. Sin embargo, la práctica y la participación serán esenciales para llegar a la clase de experiencias a cuyo encuentro salimos.

Vamos a salir de casa, a mancharnos las manos de tierra, e invitar a algunos de nuestros demonios a nuestra mesa. Hay que hacer el trabajo y nadie obtendrá un diploma al final… Ni lo echará de menos.

Más información en las próximas semanas. Por el momento:

TERRA es un entrenamiento en trabajo mágico con el Territorio y los espíritus que lo pueblan, incluyendo el Territorio urbano. Inicia el 21 de Septiembre y la duración estimada es de 3 meses, en los que se recibirán dos entregas de material por mes, realizando un seguimiento a través de un grupo privado en Facebook.

Puede participar cualquier persona desde cualquier lugar, sólo debe escoger el territorio con el que trabajar y un proyecto en defensa de la naturaleza, del patrimonio o de carácter humanitario con el que colaborar, ya sea a nivel global o local.

TERRA es una iniciativa altruista, tiene un precio y pagarlo es parte del mismo entrenamiento. 2/3 del importe irán destinados a la causa escogida por el participante, el 1/3 restante servirá para el mantenimiento de los proyectos Encrucijada Pagana y WITCH Hispana. El precio se determinará en función del sueldo mínimo interprofesional del país en el que resida el participante. Existe también la opción de convalidarse por horas de voluntariado.

Más información en:  www.encrucijadapagana.org/terra/
O escribiendo a encrucijadapagana@gmail.com

Imagen de The Darkness of Light Tarot

Declaración de la Comunidad Pagana sobre Medio Ambiente

 

 

 

La Declaracion de la Comunidad Pagana sobre Medio Ambiente es un texto colectivo elaborado en el año 2015 con motivo de la celebración del Día de la Tierra. Desde su publicación, ha sido traducida a varios idiomas, y firmada por más de 7.000 personas en más de 70 países distintos. En 2016 los impulsores de esta iniciativa decidieron elaborar una versión en audio del texto original en inglés y, gracias a la colaboración de varios voluntarios a lado y lado del Atlántico, conseguimos sumar a ésta una versión en español. Nuestro objetivo es ayudar al proyecto a superar las 10.000 firmas . Para firmar la declaración y conocer más acerca del proyecto, visitad www.ecopagan.com

Desde Encrucijada Pagana queremos agradecer a todos aquellos que nos han ayudado a realizar esta lectura colectiva:

Vanessa Lozano

Alban Heruin

Nubia LazoSantuario Fenix del Norte  / Voces Paganas Radio (PTRNE)

Harwe TuilevaTemplo de Brigit / Pagan Federation International

Eblis ZS PendragonTemplo DragonVoces Paganas Radio (PTRNE)

SchattenOpenmagick

Laura LozanoPaganismo Morelos

Lídia Chalaux

Verónica MoralesMujeres Silvestres

Oscar Sánchez

Giovanna DiazSantuario CoH Hekate Propylaia / (PTRNE)

Alder LyncuriumSilver Cercle / Pagan Federation International

Ruben Vargas

Semproniana

 

Fondo Musical:  «Immersed», de Kevin MacLeod  (incompetech.com)
Licensed under Creative Commons: By Attribution 3.0 License

Imagen: «Among the Sierra Nevada, California»,  Albert Bierstadt, 1868
Public Domain.

 

Acciones en apoyo a Una Declaración de la Comunidad Pagana en Materia Medioambiental

Corn Spirit Web, Positively Pagan

Corn Spirit Web, Positively Pagan

“Qué mansos nos hemos vuelto. Qué educada es nuestra brujería. En nuestro deseo de no dañar a nadie, nos hemos quedado indefensos.
Hemos negociado para conseguir un asiento en la mesa de las grandes religiones, entre las cuales permanecemos como anatema. Cuánto hemos comprometido nuestra práctica privada por la poderosa libertad de llevar pentagramas en público, en la escuela, en nuestros lugares de trabajo. Cuánto nos han desgastado nuestros “Elders”, arrodillándose ante la academia, el sistema, los medios sensacionalistas. A cambio de estas negociaciones hemos ganado exactamente nada. La supuestas libertades que nos han sido garantizadas están vacías. A la tardía cultura capitalista no le preocupa la fantasía con la que vistamos nuestras vidas, mientras aceptemos contratos de disponibilidad absoluta, llevemos encima nuestros teléfonos y sigamos consumiendo. La única razón por la que los servicios sociales no se llevan a nuestros hijos es porque nadie cree en la existencia de las brujas. Hemos malentendido el cambio social y económico en defensa propia. Marchando junto a lo que solía llamarse cultura de masas, convertida ahora en monocultura, nos hemos desencantado, entregando nuestras garras y colmillos, y nuestro exuberante pelaje erizado. No quiero ser parte de este proceso, porque serlo es ser cómplice de las fuerzas que están destruyendo toda la vida en la tierra. Es tiempo de que la Brujería no elija, sino recuerde, cuál es su lugar en esta batalla.»

Peter Grey, Rewilding Witchcraft, 2014

Con estas palabras empezaba la ponencia de Peter Grey, Rewilding Witchcraft. Algunos meses más tarde, la Declaración de la Comunidad Pagana sobre el Medio Ambiente recoge el mismo espíritu, una toma de conciencia acerca de hasta qué grado incluso dentro del paganismo somos cómplices de los atentados contra la naturaleza (incluyendo al humana), una toma de conciencia sobre la necesidad de recuperar y sanar todas nuestras relaciones, una toma de conciencia de las ilusiones que el sistema nos ha vendido para perpetuar sus formas de explotación con nuestra complicidad, una toma de conciencia sobre la necesidad de crear formas alternativas y viables de vivir y relacionarnos, una toma de conciencia sobre la urgencia del compromiso con la acción.

Cómo se indica en la página de la Declaración de la Comunidad Pagana sobre el Medio Ambiente – en el apartado «Toma Acción«-  firmar el documento es un buen principio (podéis firmar el manifiesto personalmente o en nombre de vuestros grupos y comunidades), pero no nos podemos detener aquí, es necesario convertir nuestra compasión en acción.  A continuación se listan algunas ideas para convertir en actos los ideales expresados en el manifiesto, a modo de sugerencias que no reflejan necesariamente la vision de los redactores o firmantes de la Declaración. Varias ideas están tomadas de “Twenty Things You Can Do to Address the Climate Crisis!” de Patrick Robbins, y de “A Pagan Anti-Capitalism Primer” de Alley Valkyrie and Rhyd Wildermuth. Algunas se dirigen claramente al público estadounidense, y otras son de aplicación global. Muchas de ellas marcan un punto de inflexión respecto a otros proyectos de protección medioambiental, en la medida en que reflejan la necesidad de un cambio individual y comunitario para la creación de nuevos sistemas respetuosos con la naturaleza (incluyendo la humana). Nosotros hemos traducido y adaptado libremente algunas de ellas y las publicamos aquí con el mismo espíritu.

  • Mírate al espejo. ¿Ves a alguien con seguridad laboral? ¿Alguien que está en una posición privilegiada respecto al mundo en la que vive? Piensa acerca de cómo puedes usar este privilegio para el cambio efectivo.
  • Comprométete en la acción directa o apoya organizaciones solidarias o ambientalistas.
  • Conviértete en una voz ecológica dentro de tu comunidad: organiza encuentros para planear acciones, escribe cartas al editor en la prensa local, crea un sitio de internet para difundir información…
  • Ayuda a reorganizar los métodos de producción de forma que los excedentes y el capital sean distribuidos de forma más igualitaria entre la sociedad, y que los trabajadores tengan poder de decisión acerca de su trabajo.
  • Sigue adelante y realiza cambios en tus hábitos de consumo. Pero recuerda también que ningún esclavo ha sido liberado por individuos que escogen productos no realizados por esclavos. La tarea del activista no es navegar por los sistemas de poder opresivo con tanta integridad personal como sea possible, sino ayudar a desmantelar estos sistemas.
  • Cuidado con las estrategias de marketing que han adoptado palabras como “verde” o “sostenible”. No podemos comprar nuestra salida a esta situación. Necesitamos ciudadanos responsables, no consumidores responsables.
  • Investiga el origen de todos los productos que consumes para reducer tu alienación respecto a los orígenes materiales de aquello que consumes. Investiga acerca de lo que está hecho cada producto, de dónde procede cada ingrediente, cómo está hecho, cómo llega hasta dónde te encuentras, y que sucede con él una vez lo has usado. Determina cuál es el impacto ambiental de cada etapa de este proceso, y luego pregúntate si realmente necesitas el producto. Al elegir qué productos consumir, opta por los locales, que sean reutilizables o que puedan ser reciclados.
  • Para mejor aprovechamiento de la propuesta anterior os recomendamos algunos documentales disponibles en español como «Comprar, Tirar, Comprar» , «Historia de las cosas«,»Food Inc.» y «Reverdecer» .
  • Ayuda a construir comunidad. Actúa de forma colectiva, no individual, siempre que sea posible. Sin comunidad, debemos vincularnos a economías insostenibles para satisfacer nuestras necesidades. Las personas que confían en otras personas están más cerca de cooperar, de ayudar a otros a través de sistemas económicos alternativos, y de ofrecer resistencia colectiva. Comunidades como estas no surgen de la noche a la mañana. Tardan años en cultivarse, pero son menos propensas a ser comprada por las Grandes Empresas.
  • Resiste a la alienación y crea una causa común. Resiste el miedo cada vez que tengas oportunidad, y construye confianza. La competición y el miedo ayudan a mantener el status quo. Sus opuestos son conexión y gozo. Realiza conexiones más allá de las fronteras culturales, raciales, étnicas, religiosas y políticas. Encuentra maneras de apoyar luchas similaresa la tuya en otros barrios, en otros países. Busca maneras de conectar tu comunidad a otras comunidades.
  • Ayuda a crear comunidades locales sostenibles y resilentes. Las comunidades resilentes son aquellas que pueden soportar mejor el shock del cambio medioambiental y el colapso económico. Demasiadas personas temen que el status quo en el que nos encontramos sea la única manera de vivir. Ayuda a crar maneras alternativas de hacer lo que necesitamos hacer, como economías de intercambio, sistemas de alimentación policulturales, educación alternativa, redes comunitarias de de cuidado infantil, huertos comunales, ferias de artesanía, etc.
  • Una parte de la construcción de la resilencia es el aprendizaje. Necesitamos aprender de nuevo algunas de las habilidades que nuestros abuelos tenían y que hemos perdido en los últimos 40 años como el reciclaje de aguas grises, cocina, mantenimiento de bicicletas, construcciones naturales, técnicas básicas de eficiencia energética doméstica, cultivo doméstico, reciclaje y compostaje. Hazlo en comunidad cuando sea posible.
  • Edúcate acerca de la conexión entre nuestras formas de producción, venta, consumo y desecho y su impacto en el medio ambiente.
  • A medida que aprendas acerca de la crisis medioambiental, permítete sentirte mal (desesperación, culpa, etc) No ignores tus sentimientos, no te fuerces a la resignación o a un optimismo forzado. Siente lo que sientes, habla de ello con tu familia y amigos. Habla acerca de aquello que importa para tí, y acerca de cómo tomar acción. Aprenderás cosas que desconocías acerca de tus seres queridos, y descubrirás aliados en lugares inesperados.
  • Reconoce que solo tienes una vida, que tienes más poder del que crees, y que hay gracia y gozo en usar este poder para contribuir a algo mayor que tú. Pero reconoce también que la crisis ambiental es complicada – nadie la va a resolver por sí mismo.
  • Sal. Conecta con tu ecosistema local. No importa qué tipo de pagano seas, necesitas la tierra a tu alrededor. Incluso si vives en una ciudad, tienes plantas y animales alrededor. “Conservar la tierra” puede parecer algo remoto cuando no se tiene experiencia con la tierra de tu entorno. Limpia la basura, identifica plantas y animales a tu alrededor.
  • Apoya programas de control voluntario de la natalidad y acceso igualitario a la educación para las mujeres.
  • No culpabilices a los pobres. ¿Cuántos habitantes de barrios pobres y agricultores de subsistencia hacen falta para igualar el impacto ecológico de una sola gran potencia empresarial? Recuerda que es la clase dominante la que controla las opciones disponibles para la gente pobre. Recuerda que sus políticas,  y promoción de hábitos de consumo nos han traído a este punto.
  • Desaprende las formas de pensar del capitalismo. Considera la forma en la que “valoras” a otras personas. ¿Has calculado alguna vez si lo que obtienes de ellas es más de lo que das a cambio? Piensa en tu relación con el lugar en el que vives. ¿Es un lugar que usas, o es un mundo que habitas y del que cuidas? Hemos aprendido estas formas de pensar y podemos desaprenderlas.
  • Fomenta una nueva relación entre la humanidad, otras especies, y la Tierra en su conjunto. Vuelve a examinar nuestros rituales paganos. ¿Ayudan a experimentar el mundo natural o nos aíslan de él? ¿Nuestros círculos nos conectan con otros o nos separan del resto del mundo? ¿Estamos dando la espalda al mundo? ¿Está nuestro Paganismo demasiado centrado en sí mismo?
  • Crea arte (música, poesía, teatro, …) para imaginar un nuevo tipo de sociedad.
  • Cuestiona los mitos que subyacen en el status quo: el universo centrado en la humanidad, el mito de la separación con el mundo físico, el mito del crecimiento económico perpétuo…
  • Construye sobre fortalezas. Un cambio real necesita todo tipo de ciudadanos: investigadores, comunicadores, constructores, criadoras, trabajadores en red. Sea cuál sea tu especialidad o preferencia, tienes algo que aportar a la comunidad.

Micropadrinazgo de perros y gatos abandonados

Estamos en época de regalos y nunca está de más recordar que si pensamos en traer un animal a casa necesitará espacio, cuidados y atención independientemente de los cambios que nos depare la vida.  Si no podemos asumir ese compromiso, existen otras opciones como la acogida temporal de animales rescatados de las calles, ser voluntarios de un refugio o apadrinar algún animal dentro de él.

Nosotros hemos decidido apuntarnos y difundir la iniciativa de «micropadrinazgo» la SPAM (Sociedad Protectora de Animales de Mataró), en la que por sólo 1 euro al mes podemos colaboramos en el cuidado de aquellos perros y gatos que por su avanzada edad, estado de salud o comportamiento es mas difícil que sean adoptados y deben permanecer en el refugio. El procedimiento es sencillo y seguro a través de Paypal, y no hay un tiempo de permanencia mínimo.

Os invitamos a visitar la página de MICROPADRINAZGO para conocer más acerca de ésta y otras iniciativas relacionadas con la ayuda a perros y gatos que han sido abandonados y que tal vez un día fueron también considerados «juguetes» o «regalos».

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